sábado, 18 de julio de 2015

La sequía

Viene siendo habitual desde que empecé a escribir, pero aún así no me acostumbro al miedo. Después de un año mucho más fértil de lo habitual, favorecido por unas circunstancias personales y laborales excepcionales, tras las navidades se me secó la voz. Apenas un poema, lleno además de dolor y mentira, de urgencia, desde que concluyera el conjunto que en unos siete meses dio cuerpo a "Movilidad exterior", el poemario que estoy empezando a mover. Adiós a ese estado en el que la realidad que te rodea se filtra por una visión distinta, esa hipersensibilidad tan gozosa. Adiós a esos versos que te asaltan en cualquier circunstancia, en el insomnio o en el rato del café o en el paseo que te ves forzado a interrumpir para buscar un trozo de papel en el que fijar las palabras exactas que con tanta claridad se te han aparecido. Adiós a esa sensación de que todo encaja, los libros que lees y las noticias que lees y los títulos de libros que quieres leer y la memoria de lo que leíste y a lo que te arrojas. Adiós a todo eso con el pánico del que no sabe si volverá, aunque otras veces volvió, pero qué abismo.

lunes, 15 de junio de 2015

Un incendio

En el año 2003 se acercaba el fin del aznarato. La indignación ciudadana crecía entre el Prestige, la guerra de Irak o el tamayazo. Los ciudadanos no adictos al régimen éramos tachados de perros que ladran su rencor por las esquinas, de vagos cuando hacíamos huelga. La cosa no mejoró cuando en 2004, golpeados brutalmente por el terror, se nos llamó malos españoles por querer saber la verdad.
Mientras, yo buscaba refugio en la vida que empezaba a construir, con una, dos, tres mudanzas en las que parte de mi pasado se iba perdiendo, convertido en cenizas, como en ese dicho inglés que señala que "tres mudanzas equivalen a un incendio"...
Aquí está, ardiendo todavía, el resultado de aquel incendio.

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sábado, 14 de marzo de 2015

Ya febrero

Una vez más la enfermedad de invierno,
persistente,
inflamando el adentro de mis hijas, quemando
sus pesadillas con un rumor seco,
abriendo válvulas desconocidas
con la sustancia con la que se hace el asco,
nutriéndose de mi descanso,
impidiendo
que puedan despedirse de mi abuelo
en la víspera exacta
del día de su muerte.

jueves, 22 de enero de 2015

Ida Vitale

Cuando uno no tiene tiempo más que de criar hijas, qué mejor que remitirse a las palabras de otros. Os dejo con una entrevista a Ida Vitale.